14 de febrero de 2020
El 13 de febrero de 2020 lo recordaré con mucho cariño. Mi esposa y yo habíamos planeado ir a Badajoz, al centro comercial El Faro. Teníamos como planes ver algunas cosas en Espaço Casa y luego entrar en Primark. Pero mi esposa lo planeó al contrario. Quiso que entráramos primero en Primark.
Nos fuimos directamente a la sección de ropa mujer. Allí disfrutamos las dos como "marujas" buscando entre la ropa. Primero las camisetas. Nos compramos varias iguales para ella y para mí con escotes de pico, barco, de tirantes con media espalda descubierta y una que me compré de tirantes de espagueti. Luego nos fuimos a donde la lencería y me compré un lote de tres braguitas negras altas, preciosas. Después estuvimos rebuscando entre los pijamas. Mi mujer se compró un pijama de pantalón largo y camiseta corta con encajes y otro de pantalón corto y camiseta de tirantes espagueti con unos encajes preciosos. Para mí no encontré de mi talla, así que me quedé con las ganas. Pero mi esposa eligió para mí un camisón beis con estampados de manga corta.
Puedo decir que me sentí realizada como mujer. Mi esposa colaboró conmigo en todo y ella vio en mí a una buena compañera de compras.
A la semana siguiente nos dimos otra vuelta por Primark con la idea de comprar para mi mujer algún regalo para su cumpleaños. Ella se compró una chaqueta de piel muy bonita. Yo iba con la idea de comprarme el pijama que tanto me gustó la semana anterior, pues tenía la esperanza de que hubieran llegado tallas más grandes. Pero me volví a decepcionar, no encontré nada de mi talla. Volví donde las braguitas y me cogí otro lote de cuatro braguitas altas de algodón de varios colores. También me cogí otra camiseta que me gustó. Y unos leggins negros y gris.
Tengo que decir que he empezado a usar bragas en vez de calzoncillos. Me siento tan cómoda con las braguitas que es lo que voy a usar siempre. Ya solo uso camisetas de mujer.
Poco a poco voy feminizando mi vestuario. Ya no uso pendientes masculinos. Tengo una buena colección de pendientes femeninos de todos los tipos y los llevo puestos las 24 horas del día.
Me considero mujer en mi mente en un 100% y en cuanto a mi cuerpo, aunque soy consciente de que soy un hombre genético, procuro feminizarlo cada día más.
Muchas veces dudo qué es lo que realmente soy. No me atraen los hombres, por lo que descarto ser homosexual. Pero admiro tanto la ropa femenina que he llegado a despreciar la masculina. Me siento a gusto en compañía de las mujeres hasta el punto de identificarme plenamente con ellas y compartir sus gustos y conversaciones.
Cuando estoy solo en casa vivo y me visto como mujer y eso pasa todos los días mientras mi esposa trabaja. Ella lo sabe. Cuando ella está también me pongo alguna prenda femenina pero no llego a vestirme completamente. No quiero ofenderla.
Me estoy dejando el pelo largo y me lo recojo con una coleta.
